Cuando decides emigrar a otro país, sin importar cuáles hayan sido las motivaciones que te llevaron a tomar esa decisión, llega un momento en el que te invade la nostalgia, y piensas “que lejos estás de casa”, dicen que es uno de los pasos del duelo migratorio, puede ser que así sea, lo único cierto es que a todos los que se encuentran en otro país, sin importar su estatus económico, social o intelectual, lo han sentido en algún momento.
La sensación de no sentir que perteneces a ese lugar, de mirar al horizonte y sentir presente salir corriendo de sim- a ese rincón reconocido, un patio, una playa, terraza, balcón o simplemente ese/a amigo/a y justamente en ese momento te das cuenta de que no estás en tu casa.
Hoy por eso quiero traer ese sentimiento a capítulo, primero para saludar y dar la bienvenida a todos nuestros ciberlectores, esos valientes, quienes no importando la lejanía, los sentimientos encontrados apostaron por realizar sus sueños en otro lugar, teniendo como tesoro los anhelos y triunfos alcanzados, llevando una maleta de raíces y cultura, también para aquellos que cada día siguen intentando integrarse a este nuevo lugar, sociedad y estilo de vida.
Gracias por permitirnos ser el canal para contar sus historias y por confiar en este gran equipo de profesionales
Ahora bien: ¿A qué me refiero cuando digo “Lejos de casa”?
¡Las cuatro paredes conde vivimos por muchos. años. ¿La ciudad donde crecimos y vimos nuestras primeras metas realizadas: ¿Nuestro país que representa nuestra identidad? En realidad todas las anteriores son correctas, pero la mas
representativa en este sentido es ese país de ori- gen, el cual puede tener los problemas más gran- des del mundo pero es el nuestro. Porque cuando viva de nuestra gente, un peso que se suma a los sentimientos, nos volvemos más patrióticos, iniciamos a darle sentido a todo lo que signifique nuestra identidad como pueblo y a representarlo, cuando nos identifican por nuestro país, sentimos un gran orgullo, iniciamos hacer cosas que quizás antes no nos importaban tanto en materia de identidad patria, damos clases de geografía si por casualidad alguien confunden en qué lugar del hemisferio nos encontramos, estamos listos a representar y resaltar quienes somos en tierras lejanas.
Pero existe una parte oscura en ese sentimiento de lejanía, que es justa- mente lo cómodo de la nueva casal (país, Iniciamos a sentirnos parte de ese nuevo lugar, la transculturación. Con muchos factores, nuevas oportunidades, visiones parecidas a las que siempre tuvimos de un mundo cuando regresamos a nuestras casas “oais” sentimos que algo se rombio, cambio, somos diferentes, nos cuestionamos. vemos las cosas de otra manera y al final volvemos a sentir ese sentimiento de lejanía.
Viviendo ya sin una verdadera demora, un amor entre dos países, dos continentes, un anhelo de volver a nuestra casa raices”, pero con la me- lancolía de dejar lo nuevo que en muchos casos no es tan nuevo, al final de todo este camino, no importa donde estemos siempre sentiremos que estamos “LEJOS DE CASA”: